Face-to-face del Abierto de Australia

En estos días previos al primer Grand Slam de la temporada se hacen balances, comentarios sobre quién llega mejor, se barajan favoritismos,… se construyen castillos en el aire a fin de cuentas.  En espera del sorteo que determine el camino a recorrer por cada jugador, los obstáculos a superar, hay algo con lo que podemos ir perdiendo el tiempo: el momento en que un cabeza de serie puede cruzar con otro. Todos sabemos que Djokovic y Nadal o Wozniacki y Kvitova sólo pueden cruzar en la final. Del mismo modo que sabemos que es imposible ver un Nadal v Federer antes de semifinales. No obstante, es posible que estés interesado en saber cuándo puede cruzar Yanina Wickmayer con Marion Bartoli. O que necesites tener claro a partir de qué momento Nadal y Verdasco podrían reeditar la semifinal de 2009.

Empezamos con la lista de cabezas de serie.

Cuadro masculino

1. Novak Djokovic (Serbia)
2. Rafael Nadal (España)
3. Roger Federer (Suiza)
4. Andy Murray (gran Bretaña)
5. David Ferrer (España)
6. Jo-Wilfried Tsonga (Francia)
7. Tomas Berdych (república Checa)
8. Mardy Fish (Estados Unidos)
9. Janko Tipsarevic (Serbia)
10. Nicolas Almagro (España)
11. Juan Martin Del Potro (Argentina)
12. Gilles Simon (Francia)
13. Alexandr Dolgopolov (Ucrania)
14. Gael Monfils (Francia)
15. Andy Roddick (Estados Unidos)
16. John Isner (Estados Unidos)
17. Richard Gasquet (Francia)
18. Feliciano Lopez (España)
19. Viktor Troicki (Serbia)
20. Florian Mayer (Alemania)
21. Stanislas Wawrinka (Suiza)
22. Fernando Verdasco (España)
23. Milos Raonic (Canadá)
24. Kei Nishikori (Japón)
25. Juan Monaco (Argentina)
26. Marcel Granollers (España)
27. Juan Ignacio Chela (Argentina)
28. Ivan Ljubicic (Croacia)
29. Radek Stepanek (República Checa)
30. Kevin Anderson (Sudáfrica)
31. Jurgen Melzer (Austria)
32. Alex Bogomolov Jr. (Rusia)

Cuadro femenino

1. Caroline Wozniacki (Dinamarca)
2. Petra Kvitova (República Checa)
3. Victoria Azarenka (Bielorrusia)
4. Maria Sharapova (Rusia)
5. Li Na (China)
6. Samantha Stosur (Australia)
7. Vera Zvonareva (Rusia)
8. Agnieszka Radwanska (Polonia)
9. Marion Bartoli (Francia)
10. Francesca Schiavone (Italia)
11. Kim Clijsters (Bélgica)
12. Serena Williams (Estados Unidos)
13. Jelena Jankovic (Serbia)
14. Sabine Lisicki (Alemania)
15. Anastasia Pavlyuchenkova (Rusia)
16. Peng Shuai (China)
17. Dominika Cibulkova (Eslovaquia)
18. Svetlana Kuznetsova (Rusia)
19. Flavia Pennetta (Italia)
20. Daniela Hantuchova (Eslovaquia)
21. Ana Ivanovic (Serbia)
22. Julia Goerges (Alemania)
23. Roberta Vinci (Italia)
24. Lucie Safarova (República Checa)
25. Kaia Kanepi (Estonia)
26. Anabel Medina Garrigues (España)
27. Maria Kirilenko (Rusia)
28. Yanina Wickmayer (Bélgica)
29. Nadezda Petrova (Rusia)
30. Angelique Kerber (Alemania)
31. Monica Niculescu (Rumania)
32. Petra Cetkovska (República Checa)

Visto el orden de lo/as preclasificados/as, vamos al lío. Si queréis saber a partir de qué ronda y con qué cabeza de serie puede cruzarse vuestro jugador (cabeza de serie) favorito podéis consultar las siguientes combinaciones:

Cruces hipotéticos en función de la cabeza de serie asignada:

-Cabezas de serie 1 y 2. Cruzan entre sí en la final.

-Cabezas de serie 3 y 4. Cruzan entre sí en la final, con 1 y 2 a partir de semifinales.

-Cabezas de serie 5 al 8. Cruzan entre sí a partir de semifinales, con 1-4 a partir de cuartos de final.

-Cabezas de serie 9 al 12. Cruzan entre a partir de semifinales, con 17-24 a partir de dieciseisavos de final, con 5-8 o 25-32 a partir de octavos de final, con 1-4 a partir de cuartos de final.

-Cabezas de serie del 13 al 16. Cruzan entre sí a partir de semifinales, con 17-24 a partir de dieciseisavos de final, con 1-4 o 25-32 a partir de octavos de final, con 5-8 a partir de cuartos de final.

-Cabezas de serie del 17 al 24. Cruzan ente sí a partir de cuartos de final, con 9-16 a partir de dieciseisavos de final, con 1-8 a partir de octavos de final, con 25-32 a partir de cuartos de final.

-Cabezas de serie del 25 al 32. Cruzan entre sí a partir de cuartos de final, con 1-8 a partir de dieciseisavos, con 9-16 a partir de octavos de final, con 17-24 a partir de cuartos de final.

Ejemplo: He apostado cinco millones de euros por la victoria de [13]Serena Williams en Melbourne.

-Me gustaría ver de qué está hecha Caroline Wozniacki (CS 1). Serena pertenece a la lalve 9-12; a partir de cuartos de final.

-¿Pero antes me interesa conocer cuándo podría tomarse la revancha de la final de Nueva York ante Stosur (CS 6)? A partir de octavos de final.

(Este artículo quedará obsoleto este viernes -cuando se sortean los cuadros del Abierto de Australia-, así que disfrútalo ahora que puedes).

La piedra de Rosetta 2.0 > Race ATP

A efectos de ranking hay dos tipos de jugadores: aquellos a los que ATP denomina commitment players y otros conocidos como not-commitment players. Se establece esta distinción para determinar los torneos que, de forma obligatoria*, deben jugar ciertos tenistas así como para establecer qué eventos contarán a la hora de configurar su ranking. En la temporada 2011, pertenecen al primer grupo todos aquellos hombres que, a fecha lunes 15 de noviembre de 2010 –temporada terminada-, formaban parte del top 30. El resto, es decir aquellos cuyos nombres -en la fecha indicada- figuraban por debajo de la 30ª posición, pertenece al segundo grupo. Leer más de esta entrada

Evasión y victoria

Roger Federer ha participado en 12 ediciones de la Copa Davis. Ha tomado parte en 19 eliminatorias de dicha competición. Y, en este sentido, ha defendido la bandera helvética hasta en 50 ocasiones (con un balance de 39 victorias y 11 derrotas).

No obstante, determinadas circunstancias indican que el maestro suizo no ejercerá su ya clásico papel de salvavidas nacional cuando el agua llega por el cuello de sus compatriotas. No para no descender como en 2005, 2006 ó 2009 (ante Gran Bretaña, Serbia-Montenegro e Italia, respectivamente) sino para recuperar la categoría, como hiciera en 2008 (ante Bélgica). Es cierto que Suiza ha perdido play-offs con Federer (ante República Checa en 2007), pero también es cierto que no los ha ganado sin él (ante Kazajstán en 2010). Ése es uno de los clavos a los que puede aferrarse la Australia de Rafter. Leer más de esta entrada

Sistema de cabezas de serie en Wimbledon

Wimbledon es el único torneo que emplea un sistema de determinación de cabezas de serie no basado 100% en el ranking. Vamos a tratar de enfocar un poco el asunto.

Utiliza la clasificación ATP para determinar qué 32 jugadores serán cabezas de serie en Londres, pero no así para designar el orden de los mismos. De esta manera se seleccionan los 32 jugadores con mejor ranking ATP disponibles para disputar el torneo. Leer más de esta entrada

El juego en blanco de…Andrea Petkovic

La progresión por bandera y un mundo por conquistar. Máximo exponente de una generación alemana de explosión tardía, la emergente figura de origen bosnio cierra el primer mes de 2011 con grandes pasos a la espalda. Dibujando un enero para enmarcar, asoma en el horizonte el recargado lienzo de febrero.

A continuación cuatro razones del particular triunfo de Andrea Petkovic:

15-0 // Porque ladran, luego avanza. El peculiar festejo de la victoria ha dejado de ser la escenificación de una complicidad bilateral entre maestro y discípula para convertirse en sello personal, una seña de identidad que trasciende los límites de la pista. Desconocida por muchos hasta la actuación de Nueva York, por menos tras el papel en Melbourne, el anonimato –a menudo termómetro del éxito deportivo- va estrechando su cerco conforme avanza el calendario. Copando comentarios de aficionados esporádicos y espacios mediáticos utópicos hasta la fecha, la marca Petkovic cotiza al alza.

30-0 // Porque las etapas arden a buen ritmo. La búsqueda de confianza convertida en anhelo de consistencia. Táctica y mentalmente vigorizada respecto a tiempos no tan lejanos, la otrora unidimensional alemana ha evolucionado hacia una versión crecientemente simétrica y con mejorada gestión del hándicap. Sin pulir por completo el clásico lastre del arranque tibio, dicho departamento alberga su contrapeso en la renovada estabilidad emocional. Serena en el momento clave para revertir con frecuencia el aciago panorama, el siguiente escalón pasa por coordinar la frialdad mental con la ocasional calentura de brazo.

40-0 // Porque ahogó fantasmas del pasado. Dotada de una extrovertida personalidad, tremendamente cautivadora para con la frecuente alegría de la grada, la primera raqueta germana guardaba una relación paradójicamente amarga con los grandes escenarios. Lesionada de gravedad en la Hisense Arena tres temporadas atrás, privada de un cuádruple match point ante Kuznetsova en la tercera pista de Roland Garros el pasado año y arrasada por Zvonareva en la Arthur Ashe el último otoño, la alemana se arrancó completo el espinar en Melbourne al convertirse en la primera verduga de Sharapova en una sesión nocturna de Grand Slam.

Juego Petkovic // Porque alcanzó el timón del barco. Proyectada para ascender al vigesimocuarto peldaño del circuito femenino al término del primer grande del año, la alemana vislumbra un apetecible futuro inmediato. Si logra mantener intacto el estado físico, su enriquecido estatus le reportará ubicaciones de privilegio en los cuadros, evitando cruces de entidad hasta la segunda mitad de las semanas. El potencial incremento en la cosecha de puntuación le permitirá consolidar la posición entre la élite WTA y lograr entrada directa en cualquier fecha del calendario. Pudiendo programar la hoja de ruta según sus expectativas en lugar de permanecer a expensas de méritos ajenos, la niña que desobedeció a su padre comienza a ser dueña de su destino.

El juego en blanco de…Tommy Robredo

Pasan las temporadas y ahí permanece, impertérrito al transcurso del tiempo. Apostado en una discreta segunda fila y a la espera cobrar un esporádico protagonismo, el catalán continúa acumulando horas en pista tratando de perforar la jerarquía establecida.

A continuación cuatro aspectos del particular triunfo de Tommy Robredo:

15-0 // Porque renegó del Todopoderoso. Abrumado por la mejor versión del activo más talentoso del deporte, contempló con la mirada de la indiferencia la maravilla del maestro helvético. Impasible al prematuro vendaval precipitado sobre sus huesos, conservó la frialdad hasta equilibrar la balanza. Pudiendo poner una segunda mejilla en forma de renovada táctica, siguió la ruta marcada sin apartar la mirada. Pestañeó primero, pero tardó en tornar los ojos.

30-0 // Porque taponó la herida abierta. Lastimado por un enemigo que no dio puntada sin hilo hasta ese instante, absorbió la excelencia de la lección recibida. Irguiendo la cabeza donde muchos ceden, convirtió a un rival infalible en un adversario despreocupado por el defecto. “No me importan los errores no forzados. Me da igual cometer 20 que 60” se decía el suizo Federer. Asistiendo a un recital en fila de privilegio, inoculó su consistencia en el juego del oponente desatando la hemorragia al otro lado de la red.

40-0 // Porque recibió con carácter la décima estocada. Renegado a torcer un brazo nueve veces plegado, retomó valientemente una guerra siempre perdida. Cediendo de nuevo la batalla, se sobrepuso temporalmente a la losa psicológica para imponer su voz en aisladas revueltas. Nueve años después y por vez primera en Grand Slam arrebató al suizo una manga en pista dura. Abandonando la Rod Laver Arena por la puerta de servicio, dejó la sensación de haber hecho trabajar a Roger. “Sabía que Robredo no me regalaría los puntos” cerraba el suizo.

Juego Robredo // Porque mantuvo el estatus de eterna alternativa. Avanzando con sigiloso paso a lo largo de las temporadas, el gerundense va retrocediendo suavemente en la clasificación con una poco frecuente pero elegante progresividad. Acechando la sorpresa desde el reservado terreno de la sombra tiende a cumplir el papel previsto. Habiendo alcanzado los octavos de final en cinco de las seis últimas grandes citas sobre suelo duro se despide de Melbourne palpando el techo.

El juego en blanco de…Bernard Tomic

Invertido, cruzado, paralelo, cortado, liftado, plano,… Cada set, cada juego, cada punto, cada impacto fue completamente distinto al anterior. Un complejo poliedro con piernas, brazos y una raqueta que combinó latigazos demoniacos con caricias angelicales. Táctica, técnica y talento conforman el férreo cordaje del último producto ‘made in Australia’.

A continuación, cuatro razones del particular triunfo de Bernard Tomic:

15-0 // Porque nunca subrayó una trayectoria: Jamás lo que entró salió por donde vino. Las preguntas del balear no encontraron respuestas sino nuevos interrogantes a responder. Con trazas de espléndido jugador de cricket, el imberbe talento australiano procuró insertar sus dardos en todos los sectores de la diana, del 5 al 20 pasando por el 17. Diversificando las áreas de ataque llegó a desesperar al balear y solamente su ternura deportiva le privó de alargar el trance.

30-0 // Porque desactivó el pensamiento de Nadal: Sometido a nuevos escenarios en cada impacto, el español se vio incapaz de imponer automatismos. Golpeando sin sentar precedente, el australiano mantuvo en todo momento el estado de alerta en el adversario. Incapaz de intuir una intención el número 1, dictadas horas de tenis en pista con su derecha, se vio privado de ritmo, sin poder llevar la iniciativa en dos intercambios consecutivos. “Es el típico tenista que te hace jugar mal”, palabras del español al término del duelo.

40-0 // Porque jugó partidos de un punto: Dotado de un arsenal en desarrollo, netamente inferior al argumentario del balear, Bernard optó inteligentemente por dispersar de manera sutil sus acometidas. Sabedor de su irremediable sumisión en una batalla abierta, empleó una suerte de guerrilla con la que percutir hábilmente la retaguardia de su colosal enemigo. Ataques irregulares, dispersos, fugaces. Versatilidad como arma de desgaste llevada al extremo. Cambio de papeles constante hasta llegar a lo heterodoxo. Erosionar las virtudes ajenas en mayor medida que primar el talento propio. Jugar a no dejar jugar.

Juego Tomic // Porque siguió un guión en blanco: Enfrentado al radar más sensible del circuito, empleó la táctica de la invisibilidad, actuando sin dejar estelas. Susceptible de ser analizado antes del primer descanso, jugó todas las cartas y a la vez ninguna. Optando de manera premeditada por una aparente improvisación, la joven promesa oceánica impidió ser radiografiada en todo el encuentro, dilapidando sus modestas opciones tras una suerte de progresiva autocombustión en mitad de la macedonia tenística en que convirtió el duelo.